top of page

La receta para lograr objetivos

Desde que lancé el primer episodio de mi podcast Punto por Punto: "Viajes" el lunes pasado, ando pegada con un tema. Es esta idea de que cuando te pones una intención y creas un plan de acción para lograr ese objetivo, te van a resultar las cosas. Intencionar y accionar es decirle al fracaso que no. Suena fácil decirlo, pero en los últimos 5 meses lo he visto ser así en carne y hueso. Les dejo aquí 3 ejemplos de mi vida reciente que lo comprueban:

ree

  1. Irme de viaje a Berlín por 3 meses: esto lo hablo en profundo detalle en el episodio 1 de mi podcast (link abajo) pero aquí les dejo el cuento corto. Compré mi pasaje a Berlin un mes antes de irme. Cuando lo compré quedé con una miseria de plata en mi cuenta. Me hubiera alcanzado para 2 semanas en Berlín, probablemente. Compré mi pasaje y me asusté muchísimo porque pensé, como mierda me voy a ir por 3 meses si no tengo la plata? Y ahí fue que senté mi objetivo. Me dije a mí misma, Jose, si antes de irte no haz juntado x cantidad de plata (que era una cifra como 3 veces más alta que el promedio mensual que he logrado juntar en toda mi vida) antes del viaje, no puedes ir. Era una cifra despampanante para mí porque nunca en mi vida había logrado eso, pero esa fue mi condición e intención. Si me hubiera quedado parada en esa intención o "manifestación", no hubiera pasado nada. Pero la acompañé de un plan de acción muy específico. Mis próximas 3 semanas de vida significaron trabajo intenso, estaba durmiendo unas 5-6 horas por noche y trabajando todo el día. A las 3 semanas ya había juntado el doble o casi el doble de mi objetivo. Y creado una forma de recibir income pasivo que me permitiría estar tranquila viviendo mi vida en Berlín.

  2. Entrar al concierto de Dua Lipa sin entradas previas: Dua Lipa y John Frusciante son mis músicos favoritos. Cuando salieron las entradas para Dua Lipa en Chile el año pasado, se vendieron todas en 10 minutos. Unas 40.000 entradas en 10 minutos. Yo ni traté de comprar porque en ese entonces estábamos nadando en pandemia y cuarentenas y cambiaban las medidas todo el rato. Yo pensaba que para el 16 de septiembre del 2022, o íbamos a seguir encerrados, o Dua Lipa iba a cancelar su gira, o yo iba a estar de viaje. Pero volví a Chile y se venía el concierto y con mi mejor amiga, moríamos por ir. La semana previa al concierto anunciaban que habían soltado unas entradas en Punto Ticket y con la Nati hacíamos videollamada mientras estábamos en 10,000 lugar en la fila para comprar tickets que se agotaban en cuestión de segundos. Vimos entradas en páginas de reventa por hasta los 2.500.000 CLP!!! Llegó el 16 y no teníamos entradas. Ya nos habíamos resignado a la idea de que no íbamos a entrar, que ya era imposible. Decidimos igual pegarnos el pique hasta el Bicentenario de la Florida (2 horas de recorrido) a VER si encontrábamos entradas. Ibamos sabiendo que probablemente nos iríamos sin haber visto a la Dua. Pero fuimos igual, porque no teníamos NADA que perder. Era eso o quedarnos copuchando en la casa. Todo estaba predispuesto para que no funcionara, pero la intención fue mayor y conseguimos entrar en cancha frontal a como 20 metros de Dua y por 125.000 (creo que originalmente estaban a 100). No había nadie vendiendo entradas, pero igual las encontramos. Entramos 2 horas antes. La formula secreta: Intención y acción = cumplimiento del objetivo.

  3. Salir de improviso en Berlín con una misión: eran nuestros últimos días en Berlín. Mi amigo del alma Luisito y yo nos dimos nuestra caminata nocturna rutinaria y el me caminó hasta la casa. Nos abrazamos para despedirnos y él me dio una vuelta de baile y bailamos un poquito afuera de mi depa. Estábamos cansados pero nos miramos con cara de complicidad y al mismo tiempo y de broma nos dijimos: "y si vamos a... CDV?" CDV era mi club favorito en Berlín y ya habíamos estado ahí más veces de las que me gusta admitir. Pero salió la bromita de ir, a pesar de que estábamos listos para dormir y los dos aceptamos el juego sin ningún pero. Caminamos hacía el bus y nos dimos cuenta que no teníamos ni plata para entrar! Nada más que nuestros celulares y nuestros buzos para dormir. Dijimos, que más dá, ya nos conocen allá si vamos siempre. Demás nos dejen entrar gratis esta vez. De broma también se nos ocurrió pedirle plata a la gente en la fila, unas moneditas a cada une si no nos dejaban pasar... Y de broma, a la próxima persona que pasó por el paradero, le pedimos 1 Euro. 1 Euro. Él paró su camino, se revisó los bolsillos y nos dio un billete de DIEZ EUROS. Nosotros le dijimos que por favor noooo, que no podíamos aceptarlo y que estábamos bromeando. Él se rehusaba a que no lo aceptaramos. Le hacía feliz regalarnos eso. Toda esta historia se dio en 3 minutos desde que decidimos ir a CDV hasta conseguir los 10 euros: el monto exacto para entrar los dos al Club Der Visionaires. 5 euros la entrada. Ahí lo vivimos patentemente: intencionamos que íbamos a entrar a CDV y así fue. Ya adentro no lo pasamos tan bien como de costumbre, pero eso es otra historia. La historia que se queda con nosotros para siempre como un anécdota divino es la que les conté recién. Y así la vida es más entretenida. Viviendo cuentos que después podemos recordar y contar.



Ayer me apareció un TikTok donde Lana del Rey habla de cómo empezó su carrera musical. Se los dejo aquí:



En resumen, dice que se leyó el libro Think and Grow Rich de Napoleon Hill y que recuerda una frase donde el habla de quemar TODOS los puentes excepto el puente que lleva hacia que tu corazón esté más en llamas. Y me hace pensar en algo que yo he estado viviendo naturalmente, sin necesariamente haberlo podido poner en palabras antes. Me hace pensar: cada vez que tengo una misión, le cierro la puerta a las otras opciones que me impedirían llegar a esa misión. Al intencionar un objetivo concreto y hacer todas las acciones que me llevan a ello, voy a lograrlo tarde o temprano, y tú también.


Mi podcast:



Haz click en la foto para escucharlo en Spotify <3


 
 
 

1 comentario


nativalderrama1
21 sept 2022

me encanta, jose ♥️

Me gusta

© 2020 by Winter Bunker. Josefina Dumay.

bottom of page